Madre Tierra...

La madre tierra es una gran maestra de amor, entrega y paciencia.
Siempre alimentando y sosteniendo a cada uno de los seres que vivimos en ella.
Reconectandonos con el maestro interno, descubrimos que la situación actual del planeta
es una proyección de la consciencia colectiva y es también una invitación al cambio.
Al responsabilizarnos por nuestra casa natural nos unimos en el despertar de una mentalidad ecológica.
Ofrecernos a mirar cualquier sombra de nuestro interior que ha reflejado un planeta envejecido y apaleado
y que ha contribuido con lo que que ahora ocurre en el entorno.
Cuando seguimos el camino al interior, reconocemos que dentro de nosotros se alberga un ser lleno de amor y solidaridad.
Al acudir a esta fuente interna podemos parar el egoísmo y la agresividad que se plasma en el entorno
y convertirnos en parte del movimiento del cambio.
La fuerza del amor, nos permite comprender que todo esta interrelacionado, reconocer que ayudar a la madre tierra,
es ayudarnos a nosotros mismos.
Cuando nos conectamos a nuestro guia interno se nos muestran los obstáculos en la mente que han causado
un mundo así, entonces podemos ayudar a despojarnos de todo aquello que no contribuye a tu elevación de consciencia.
Los pensamientos de inconsideración se esconden en el inconsciente de la mente, es por ello necesaria una revisión y limpieza
de esas ideas que causan daño a nuestro entorno.
Al cambiar tu mentalidad cambia tu actitud y tus acciones. Pasas de ser un tomador y despilfarrador de recursos
a ser un dador de cuidado, protección y ayuda.
Este tiempo de un cambio global, es un perfecto momento para centrarse y contemplar la verdadera naturaleza espiritual de todo.
Al abrir el corazón, descubriremos como la sabiduría interna nos muestra el momento y el modo perfecto en el que podemos ayudar.
Tu fuente espiritual te recuerda que todos somos UNO. Al recordar esta unidad, nos fortalecemos y reconocemos
que todo lo que haces por los demás, en realidad lo haces por ti.
Tu solidaridad en un acto de amor propio.
Cada elección que hacemos desde el amor tiene un reflejo multiplicador.
Es hora de pensar nuevamente con mente unificadora.
Escuchemos a nuestro corazón y sintamos como dentro de cada uno palpita la Madre Tierra.
Es nuestra vida. ¡Es nuestro planeta!
¡Una nueva mentalidad puede crear una nueva tierra!