Cuento al Silencio...

Erase una vez una canción sin música...

No era una mas entre las melodías, desde siempre

se sentia muy diferente a las demas...

Así que un buen día emprendió un viaje

en busca de su propia identidad...

Viajó por todo el mundo esperando que alguien la oyera,

pero todos le daban la misma respuesta:
-¿Qué quieres que oiga? No tienes nada que oír...! `

Vaya ..si que de verdad había alguna cosa que le diferenciaba.
Pero no desistió. Fue a grandes ciudades, a hermosos pueblos,

a altas montañas y a vastos valles.

Le preguntaba a las flores si escuchaban algo...

A los animales, a los hombres, a las mujeres, al Sol, a las nubes...

a las estrellas, a la Luna ...pero nada consiguió...

Nadie escuchaba nada...
Para todos era una canción sin música.
Un día, a punto de tirar la toalla, llegó a una pequeña isla...

Se acercó hasta la orilla de una cala y habló durante un largo rato con el mar.
-Nadie me escucha. Todo el mundo dice que no tengo música. –Le dijo la canción al mar.
-No te preocupes, amiga. De mí dicen lo mismo.

Todo el mundo cree que sólo soy agua, y nadie escucha mi melodía.

Pero hay un niño que no opina igual que el resto.

Tal vez deberías ir a visitarle...
El mar le indicó dónde vivía el niño. ¡Y hacia allí se dirigió rápidamente!

Cuando llegó al lugar, pudo comprobar que era un sitio muy pobre

donde los niños corrían en las calles

y la gente caminaba con un gesto de alegría en la cara.

Después de observar durante un tiempo, vio al niño que le había descrito el mar.
-¡Hola! ¿Tu eres Joel ?
-Sí, soy yo....¡y tu quien eres..?

Soy un amigo del mar que anda buscándose así mismo..
-El me ha dicho que hablara contigo.

Tengo un problema, y es que nadie es capaz de escuchar mi melodía...

Así que creo que soy una canción sin música...
-¿Sin música?
-Bueno, al menos para todo el mundo. El mar me dijo que a él le ocurría lo mismo, pero llegaste tú y le demostraste que él tenía una melodía preciosa.

¿Me podrías ayudar?
-Tú no eres una canción sin música. Tu música es el silencio.

El silencio es uno de los regalos más bellos que tenemos

pero que muy pocas personas saben apreciar.

Por eso todo el mundo te ha dicho que no tienes música.
-Pero el silencio no es música… ¡No hace ruido!
-¿Acaso el ruido es música? Toda melodía que nos haga sentir bien, es música.

Tu melodía es una melodía silenciosa.

Es una melodía que muchos desean tener pero no lo consiguen.
-Vaya… Entonces, ¿soy importante?
-Claro que sí. Cuando más agobiados estamos, más estresados o más cansados,

¿qué es lo primero que pedimos?
-Silencio…
-¿Y tú qué eres?
-Silencio…
Fue el silencio corriendo a darle las gracias al mar por su recomendación.

Nunca imaginó que un niño pequeño fuese quien le explicase lo que era realmente.
Desde aquél día, todo el mundo comenzó a valorar más al silencio

porque también el mismo comenzo a valorarse...

Él era el que hacía que los bebés se durmieran para soñar,

él era el que se colaba en las conversaciones para apaciguar el ambiente,

él era el que se sentaba al lado de las personas para tocar su sinfonía y calmar así su alma.
¡Hasta le dedicaron frases!

...Habla sólo cuando tus palabras sean más bellas que el silencio....
Aún hay gente que piensa que el silencio no es música.

Pero ya no le importaba.

Había un niño que creía en él y que le había demostrado

que era algo fundamental en el mundo.

Que el es el silencio y la mas hermosa de las melodías...