Los avances que hemos logrado trabajando espiritualmente son nuestros y nadie puede quitárnoslos si nosotros no queremos.Por lo tanto no hay que preocuparse, solamente permanezcamos leales a nosotros mismos sin escuchar aquello que pueda desviarnos de nuestro propio camino.
Si desde afuera nos llega algo que no nos esperábamos, algo fuera de nuestra propia actitud, no busquemos remedios externos, mejor dejemos que la naturaleza siga tranquilamente su curso y entonces todo volverá a su sitio naturalmente, sin que tengamos que gastar nuestras fuerzas en vano.
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