Siento que una parte de mi esta muriendo...que mi alma desde su silencioso lenguaje reclama a mi ser rectificar el rumbo y abandonar la conocida senda para adentrarme en un sendero aun sin iluminar...estoy dispuesta, no me resisto...aunque aparezca el miedo junto al fantasma de la inseguridad para tambalearlo todo y la sombra de la duda obstaculice el paso, aunque el no saber se una en su empeño al ya adoptado síndrome de la masa colectiva ofuscada por una crisis, que tras una larga gestación , a irrumpido en la vida de los que se suelen rodearse de comodidades para no sentir, no sufrir, no vivir al fin y al cabo...
Me dispongo a morir.
Como viajera que conoce el proceso me dispongo a aligerar mi equipaje, casi nada conmigo, sin mirar mucho atrás, sin apegos, lo que realmente permanece es porque tiene su lugar en mi nueva senda y de ello seguiré aprendiendo, lo que quede atrás sera empaquetado con el lazo de una sonrisa del color del agradecimiento y ocupara un ligero lugar en la memoria de la experiencia para reconocerlo y bordearlo como obstáculo aprendido.
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Susurros del Viento..