
Ninguna acción es justa mientras nos creamos los autores de ella.
El pequeño Yo es una barrera infranqueable para la verdad.
Disolviéndolo encontramos la tranquilidad y la calma...
Y abrimos el camino de la sabiduría.
La acción y la devoción son dos caras de la misma moneda...
A veces actuamos demasiado y sin fe,
y otras no actuamos a pesar de que tenemos suficiente.
Pedir siempre y dar siempre...
Confiando lograr nuestros proyectos.
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