A mi gran amiga....

Siéntate a mi lado, aquí cerca, donde pueda darte la mano..

Deja que consuele tu dolor con un cálido abrazo...

Que el viento te envuelva y seque tus lágrimas..

Deja que alivie un poco el peso que carga tu alma....

Volemos por un momento juntas al rincón donde guarecemos nuestra amistad a prueba de tiempo y espacio...

Y así, en silencio, deja que las heridas poco a poco vayan cicatrizando...

Compartimos ahora un dolor que ambas conocemos...sobre el cual también un día tu me ayudaste a sobrevolar.

Dejame, querida amiga, que te guié en ese sendero que hoy quedo oscuro

al marcharse uno de los seres más importantes de tu vida.

Sé que ahora ella está aún más cerca, justo aquí, en tu pecho, y estará siempre a tu lado...

Aunque tan difícil nos sea de encontrar en este momento en el que la pena ocupa el enorme vacio de su presencia.

Deja que te diga que las energías nunca desaparecen , solo se transforman...

Que el camino comenzado un día para todos tiene un destino...

Y que ese destino no es un final sino solo un cambio de forma hacia donde no hay sufrimiento...

Dejame decirte que tras el dolor de la perdida la hallaras en tu alma...

Vivirá siempre en ti, porque eres gran parte de ella...

Siempre que la necesites , podrás cerrar los ojos y conectarte con su amor de dulce madre.

Mil ríos brotarán de tus ojos aunque permanezcas de su presencia sedienta... las lágrimas diluyen nuestras penas,

llenan los silencios de la partida....son humanas y necesarias para transformar nuestro forma de reencontrarnos.
Siéntate conmigo bajo las estrellas , miralas allí arriba , iluminando el cielo...

Hoy una más hermosa y brillante te mandara un reflejo de cálido amor y consuelo.