La sombra del viento.

Me desperté muy temprano ...asomaban los primeros claros de la mañana entre los pinos
de mi ventana, y de nuevo volviste a mi pensamiento, me había quedado dormida, contigo dando
vueltas en mi memoria, y soñé intentando escapar de tu recuerdo.
Pero no lo conseguí...
Me escondí entre las sabanas, igual que cuando siendo niño tienes una pesadilla, y allí parece
que puedes crear un pequeño mundo donde sentirte a salvo...
Pero no lo conseguí...
Rescate el libro que esa misma noche me había transportado con su maravillosa narrativa hasta
hermosas sensaciones, y me sumergí en sus paginas para esquivarte ...
Pero no lo conseguí...
Y es que rara vez consigo dejar que en mi alma duerman cosas no dichas, pugnan por buscar una
salida, giran y giran como los eternos autos de choque una y otra vez.
Durante todo el día probé mil formas de liberar mi mente,
hasta que por fin me di cuenta de que la necesidad no era ni verte ni hablarte,
ni tu abrazo ni tu atención....no eras tu mi necesidad.
Era mi necesidad.
Cuantas veces pensamos que la salida depende de que el otro mueva el resorte
que te haga sentir bien y libere tu presión , dejamos que la convinación que abra la puerta
la averigüe otro, cuando es más sencillo y apropiado hacerlo por nuestro propio camino...
Y lo conseguiré así ...
Te diré que fue un placer compartir un trozo del camino cada vez que nos encontramos.
Te daré las gracias por que, sin que te dieras cuenta , cerraste heridas, que aunque curadas, dolían aun.
Que volar en la hermosa nube de tu abrazo y besar tus dulces estrellas, fue magia...
Que siendo sincera, como tengo costumbre, diré, que deseaba verte otra vez.
Me alegra mucho saber que la luz ilumina de nuevo tu camino.
Tambien que desees lo mejor para mi.
Y sobre todo, te daré las gracias, por bajarme de la nube donde volé una noche de Luna llena,
y que tu frió mensaje ...hizo desaparecer....la evaporo.
Disculpame si envió al recuerdo.. la sonrisa de un reencuentro, el roce de un abrazo, la chispa
de una mirada y olor de aquel yersei....
Allí van...con remitente pero sin destino...con una etiqueta de Frágil.....para no volver.





Tomo prestado el titulo al genial libro por el que ahora paseo.
Fue un maravilloso regalo de alguien a quien considero realmente mi amigo...Gracias.
Espero que al autor no le importe que esta humilde musa del viento se cobije a su amparo.