cubiertos por la sabana blanca de mis sueños...
como en aquellas antiguas casas coloniales
donde los muebles dormían durante meses
esperando revivir con la llegada del sol en primavera.
Como la escena de un teatro abandonado
con el ultimo escenario sin desmontar...
Paso mis dedos por los instantes y encuentro pedazos de sonrisas,
como si la felicidad se hubiese llenado de polvo...
como si hubiesen aceptado la oferta del olvido...
embaladas en cajas de cartón
con una etiqueta de FRÁGIL y a contrareembolso.
Tal vez un día, una deja de amar del mismo modo que un día empieza a hacerlo...
... casi sin darte cuenta...
El amor llega y se va en silencio.
Y solo queda el hueco vació entre la piel y la camisa esperando para volver a ser despertado.
Olvidar...es posible olvidar cerrar un puerta y que alguien entre sin llamar...
Y pase a recorrer la estancia vacía...y quiera tal vez sentarse a tu lado
para volver a redecorar las mañanas y las noches, los silencios y los sonidos ...
Y llenarla de colores para volver a sentir y soñar.
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